La familia de escorpiones Buthidae contiene 81 géneros, 639 especies y es la más abarcadora de todas las estirpes de alacranes o escorpiones. Es el único género que contiene especies letales al hombre. Las picaduras por escorpiones de esta familia constituyen un evento común en países tropicales y subtropicales, con una alta tasa de mortalidad entre las víctimas.
En Cuba existen alrededor de 32 especies de escorpiones de la familia Buthidae, entre ellos se destaca, Rhopalurus junceus. Esto motiva un auge en la investigación de los síntomas clínicos, así como en la caracterización de la toxicidad de los venenos de escorpiones.
El veneno de alacrán presenta diferencias en el contenido y composición proteica en una misma especie y entre otras. Esta variabilidad depende de factores como la edad, el sexo, la alimentación y la zona geográfica, los que influyen sobre las manifestaciones clínicas y toxicológicas provocadas por sus picaduras.
Pero no todo es tan negativo. Aunque muchos lo desconozcan, el veneno de los alacranes o escorpiones muestran halagüeños beneficios. Las enfermedades cancerígenas son una de las principales causas de muerte en la actualidad.
Es preocupación de la comunidad científica internacional buscar la cura efectiva que logre detener la elevada letalidad que estas enfermedades provocan. En este sentido el Grupo Empresarial LABIOFAM desarrolla desde hace más de 10 años una investigación sobre un compuesto natural: el veneno del escorpión Rhopalurus junceus.
Las propiedades curativas del veneno de este alacrán cubano provocan que el mundo mire con marcado interés hacia nuestro país. Años de intensas investigaciones descubren en esa sustancia natural valores analgésicos, antiinflamatorios y antioxidantes con probada efectividad en el tratamiento de enfermedades cancerígenas.
El producto homeopático de origen natural Vidatox, obtenido del veneno de estos alacranes, permite mejorar la calidad de vida de personas con tumoraciones malignas. Ello hace que este medicamento sea considerado uno de los más recientes logros de significativa trascendencia del grupo Empresarial LABIOFAN de la capital cubana.
El cáncer, a pesar de los esfuerzos de la comunidad científica internacional, no tiene una cura efectiva. Sin embargo, esta enfermedad encuentra en el veneno del Alacrán Rhopalurus junceus, a un fármaco que mejora la calidad de vida de quienes la padecen.
El estudio para la obtención del medicamento homeopático Vidatox, comenzó a partir de conocimientos básicamente empíricos. Sin embargo, mucho se avanza, actualmente, para incorporarle las evidencias científicas de sus potencialidades farmacológicas. Los especialistas de su centro de creación confirman las propiedades antiinflamatorias, antitumorales y contra el dolor, ya mencionadas en nuestro programa.
Durante el Primer Congreso Internacional LABIOFAM 2010 fueron presentados los más recientes resultados de esta investigación los cuales involucran estudios del veneno sobre un amplio panel de células tumorales que resaltan la significativa y diferenciada toxicidad del veneno del escorpión Rhopalurus junceus, hacia los tumores de origen epitelial.
Como parte de esta evidencia científica, los participantes en el evento presenciaron imágenes de cómo se destruyen las células tumorales en presencia del referido veneno. Los estudios permitieron el aislamiento de cinco péptidos que poseen la propiedad de inhibir el crecimiento de células tumorales, así como de la inducción de la muerte celular a través de un mecanismo de apoptosis.
Esta acción confirma lo conveniente del empleo de esta sustancia natural, obtenida de un escorpión cubano, como tratamiento complementario de las enfermedades tumorales.
Alrededor de 10 mil pacientes con diagnóstico de cáncer, con muy diversas manifestaciones de su enfermedad y sin respuesta a la terapia habitual, se atendieron por los especialistas de LABIOFAM. Personas con cáncer de páncreas, próstata, pulmones, entre otros, mejoraron ostensiblemente su calidad de vida con el empleo del Vidatox.
Hoy este centro de investigaciones trabaja en la producción a gran escala de gotas homeopáticas que permitan extender el empleo de este medio terapéutico. Sin embargo, romper las barreras de la incredulidad que presupone la medicina tradicional ante los tratamientos convencionales, se avizora como ambiciosa meta, al tener como armas la perseverancia y la vital validación científica.
