Amaneció diferente con las perspectivas de los cambios sociales; al unísono, los brazos obreros de todo el mundo se levantan exigentes y versátiles como la centrífuga de un cañaveral en plena zafra.
Otro primero de Mayo, de nuevo ondean las banderas de lucha en la búsqueda del bienestar social del trabajador.
Sobresale en el calendario el primer día de un mes de primavera, de olores, de lluvia, de arcoíris, por eso abundarán las sonrisas y los sueños por un futuro mejor.
Simultáneamente, hombres y mujeres de todo el planeta emprenden una marcha unida con propuestas de paz y amistad, son los clamores de una nueva era, la de mejores salarios, mejores condiciones de trabajo y mayores compromisos.
Las manos reconocen en la obra creativa un aporte a la Humanidad. Son tiempos de misiones internacionalistas, de campañas de salud, de Ciencia Humanista, de rechazo a la guerra.
En este primero de Mayo se vislumbra un sendero de transformaciones que traerá mayor calidad de vida a los que son protagonistas de la nueva sociedad que renace.
PRIMERO DE MAYO: un aliento y una convicción, un paso hacia el futuro y la confianza en días mejores.
