Cubanos somos antillanos de corazón, las aguas del caribe bañan nuestras costas y nos sentimos orgullosos de haber nacido en esta tierra anegada por la sangre de mujeres y hombres que con su ejemplo inmortal conquistaron el triunfo soberano de la igualdad, rompiendo las barreras del sometimiento y la condena de no permitirnos ver la luz.
Niñas y niños que cada día se levantan sonrientes impregnados de entusiasmo para emprender una nueva jornada de aprendizaje que de manera incondicional los conlleva a convertirse en seres humanos superiores.
Féminas que abrazan la equidad defendiendo sus derechos con el decoroy la abnegación de su quehacer cotidiano. Ancianos que reciben atención y afecto ocupando un lugar cimero dentro de la sociedad colocando sus años como estandarte.
Esta es nuestra nación, nuestra Patria, pretérito deluchas incontables, presente de constancia y Revolución