Un 13 de marzo con Gerardo (+Fotos)

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Conocer los hechos no es suficiente, lo más importante es entenderlos. Y para lograrlo ayudan miradas e interpretaciones más profundas hechas desde la emoción. Eso pensé el 13 de marzo de 2015 cuando vi a Gerardo Hernández Nordelo, uno de los Cinco Héroes, hablar sobre José Antonio Echeverría y los sucesos de 1957.

Gerardo llevaba menos de tres meses en Cuba tras padecer 17 años de injusto encierro en cárceles norteamericanas, pero había accedido a mi invitación de visitar la Emisora Radio Jaruco donde yo trabaja en ese entonces, a pesar de sus innumerables compromisos.

Su presencia fue apoteósica. En las calles alrededor de la emisora la gente de todas las edades se amontonaba. Pioneros y estudiantes de las diferentes enseñanzas mostrando la Cuba de hoy con todos sus colores, al decir del propio Gerardo, estaban encantados con el hecho de tener frente a sí al héroe tantas veces mencionado y largamente esperado.

A las 3 y 17 de la tarde exactamente, desde las bocinas apostadas en el portal de Radio Jaruco se escuchó la alocución de José Antonio Echeverría de aquella tarde de marzo, 58 años atrás. Después llegaron los almendrones y aparecieron por un lado, los que representaba a la policía del tirano y por otro, aquellos que encarnaban a los jóvenes del Directorio Revolucionario.

Se simuló el intercambio de disparos apoyados por los efectos que se transmitían. El muchacho que representaba al líder revolucionario que momentos antes acababa de anunciar la muerte del Presidente Batista desde los estudios de Radio Reloj (Radio Jaruco), subió a uno de los carros, al tiempo que lograban escapar del lugar.

La escena cerró con una ovación cerrada de gritos y aplausos de los espectadores,  aunque se trataba de una tradición que distingue a la Ciudad Condal desde hace décadas. En las caras de la gente se desbordaba una alegría para la que aún me faltan los adjetivos precisos. Y es que aquel momento fue diferente, y no solo porque se conmemoraba junto a la efeméride histórica el cumpleaños 45 de  Radio Jaruco.

Se trataba de la compañía de Gerardo con sus ojos infinitos y de su valiente esposa Adriana Pérez, presente allí. Alegraba a la gente saber que él había llegado hasta allí para conocer a los pioneros y los maestros del Comité Alas de libertad quienes por tantos años reclamaron el regreso a la Patria de los Cinco Héroes, y también para abrazar al colectivo de la planta radial que igualmente se entregó con pasión a la causa.

Aquel 13 de marzo de 2015 superó todo aquello que soñé y esperé como cubana, como periodista, como amiga de Gerardo y sus compañeros de causa. Pero pienso, que aquel momento quedó para la historia por esta lección que él les regaló a los jóvenes, y sobre todo porque lo hizo con el cariño del amigo:

“…si ustedes escucharon esta grabación y no se emocionaron, quiere decir que no saben bien qué se conmemora. Si alguno de ustedes no se emocionó, pregúntele a sus maestros, o pregúntele a sus padres, o pregúntele a algún compañero o compañera de la Asociación de Combatientes de la la Revolución”.

“Pídale que le explique qué pasó el 13 de marzo, y quiénes eran esos muchachos que entraron a Radio Reloj, muy cerquita del Coppelia en el Vedado”.

“Pregunten por qué lo hicieron, qué buscaban, qué perseguían, y después que les expliquen si el año que viene ustedes están aquí y escuchan de nuevo esa grabación y no se emocionan, sigan investigando la Historia de Cuba porque no puede haber un cubano revolucionario que escuche esa grabación sin emocionarse”.

 

 

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