Para cantar a la felicidad este y todos los días (+Fotos)

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A diario descubro la existencia de la felicidad a través de la sonrisa de niñas y niños. Esa bella estampa la percibo cada mañana desde que Brenda y Ernesto, mis vecinos más cercanos se disponen, ella a ir al círculo infantil y él a su escuela primaria.

Como de costumbre, salen de casa bien temprano a la mano de su mamá y siempre encuentran motivos para sonreír; es esa manera de autenticar que son felices y su felicidad es propia de tierra libre en la que ellos y todos cuentan con la protección y cuidado que brinda el estado cubano, porque ellos como dijo José Martí son la esperanza del mundo.

Una efeméride y su trascendencia

Este 20 de noviembre que se celebra el Día universal de los derechos del niño y la niña me detengo en la realidad de Cuba, país bloqueado hace más de medio siglo, pero genuino exponente del amor y cuido de la infancia.  Las cadenas del más longevo castigo contra la isla no han podido frenar la voluntad del estado y su política mantenida desde el primero de enero de 1959 centrada en la justicia social y la equidad.

El bienestar de los niños y niñas es un propósito inherente al proyecto social cubano.  El respeto y la atención a sus derechos constituyen una estrategia que, de manera consciente y planificada, permite la proyección de acciones en favor de la infancia.

En Cuba existe un cuerpo legislativo dedicado a garantizar la supervivencia, desarrollo, protección y participación de la población más joven; ejemplo de ello son los Códigos de la Familia, del Trabajo y de la Niñez y la Juventud. También la ley de la maternidad, con extraordinarias ventajas para la madre.

Los derechos de las niñas y los niños cubanos son protegidos mediante el diseño, ejecución y evaluación de políticas sociales, programas y proyectos en las áreas de la salud, la educación, la seguridad social y otras.

Ejemplo de ello es el Programa Nacional de Atención Materno-Infantil que incluye diversos objetivos y que para su desarrollo han adquirido la estructura de programas; entre ellos, el Programa de Promoción de la Lactancia Materna, el  de Reducción del Bajo Peso al nacer, el  destinado al Desarrollo de la Perinatología, el dedicado a la  Lucha contra las Enfermedades Diarreicas Agudas, y las Infecciones Respiratorias Agudas.

También el Programa Nacional de Inmunizaciones, el de Prevención y Diagnóstico Precoz de Enfermedades Genéticas, el de Acción sobre los Accidentes en menores de 20 años, el  de Maternidad y Paternidad Conscientes, el  de Prevención y Control de los Síndromes Neurológicos Infecciosos y el Plan del Control del Seguimiento del Crecimiento del Menor de 5 años.

Existen otros como los Programas Nacional de Agua Potable y Saneamiento, de Educación Comunitaria Para la Vida, Educa a tu hijo.  Educación Formal para una Conducta Sexual Responsable y los Proyectos Crecer en la adolescencia y Mi proyecto de vida. El Plan del Médico de la Familia, dentro de la  Atención Primaria de Salud, el Programa de atención integral a la familia y el Proyecto de  Programa de Atención Integral al Adolescente.

Apuntes

La Convención sobre los Derechos del Niño (CDN) entró en vigor en Cuba el 20 de septiembre de 1991, cuando fue publicado su texto íntegramente en la Gaceta Oficial, con una declaración firmada por el Presidente del Consejo de Estado de la República de Cuba. De esta manera, los derechos de la niñez y la adolescencia quedaron refrendados en un cuerpo legal.

Cuba se convirtió en el año 2015 en el primer país del mundo que fue certificado como libre de la transmisión materno-infantil del VIH y la sífilis congénita, logroposible gracias a los esfuerzos del Estado con el apoyo de la cooperación en garantizar la atención prenatal, con un promedio de 10 controles por embarazada, el parto institucional con personal calificado, la prueba serológica y de detección del VIH durante el embarazo con vigilancia activa de las embarazadas con serología positiva para el VIH o la sífilis, y el acceso al tratamiento antirretroviral según lo establecido por los organismos internacionales.

Todo ello avala cuán importante es el bienestar de niños y niñas en Cuba, por cuya felicidad a diario va el esfuerzo de todos desde distintos órdenes de la sociedad.

Una mirada que nubla la alegría

  • En todo el mundo, 218 millones de niños de entre 5 y 17 años están ocupados en la producción económica.
    Entre ellos, 152 millones son víctimas del trabajo infantil; casi la mitad, 73 millones, están en situación de trabajo infantil peligroso.
  • En términos absolutos, casi la mitad del trabajo infantil (72 millones) se concentra en África; 62 millones en Asia y el Pacífico; 10,7 millones en las Américas; 1,1 millones en los Estados Árabes; y 5,5 millones en Europa y Asia Central.
  • En términos de prevalencia, 1 de cada 5 niños de África (19,6%) están en situación de trabajo infantil, mientras que en otras regiones la prevalencia oscila entre el 3% y 7%: 2,9% en los Estados Árabes (1 de cada 35 niños); 4,1% en Europa y Asia Central (1 de cada 25); 5,3% en las Américas (1 de cada 19); y 7,4% en la región de Asia y el Pacífico (1 de cada 14).
  • Casi la mitad de los 152 millones de niños víctimas del trabajo infantil tienen entre 5 y 11 años;
    42 millones (28%) tienen entre 12 y 14 años; y 37 millones (24%), entre 15 y 17 años.
  • La prevalencia del trabajo infantil peligroso es mayor en los niños de entre 15 y 17 años. Con todo, una cuarta parte de los niños ocupados en el trabajo infantil peligroso (19 millones) son menores de 12 años.
  • De los 152 millones de niños en situación de trabajo infantil, 88 millones son varones y 64 millones son niñas.
  • Los niños varones representan el 58% del total de ambos sexos en situación de trabajo infantil, y el 62% del total de ambos sexos que realizan trabajo peligroso. Se observa que los niños corren más riesgos que las niñas de verse involucrados en el trabajo infantil, pero esta apreciación puede deberse a que el trabajo de las niñas no siempre se declara, especialmente en el caso del trabajo infantil doméstico.
  • El trabajo infantil se concentra en primer lugar en la agricultura (71%), que incluye la pesca, la silvicultura, la ganadería y la acuicultura, y comprende tanto la agricultura de subsistencia como la comercial; el 17% de los niños en situación de trabajo infantil trabaja en el sector de servicios; y el 12% en el sector industrial, en particular la minería.

En Cuba, donde solo el amor…

Cada mañana percibo la felicidad de los reparadores de sueños, esas personitas importantes que iluminan nuestras vidas. Baste apreciar sus rostro y puede surgir la poesía o la canción más tierna.

Niños y niñas nacidos en la mayor de las Antillas no engrosan esas cifras alarmantes del mundo que dan cuenta de abusos, inexistencia de derechos, muerte prematura a causa de enfermedades prevenibles, analfabetismo.

A pesar de las férrea cadenas del bloqueo, aquí, el bienestar de la infancia y de Cuba toda es una prioridad, de ahí que con certeza puedo decir que habita la felicidad, esa que solo hacen posible la voluntad del estado y el mucho amor por quienes son la esperanza, el futuro y la luz.

Referencias

http://anterior.cubaminrex.cu/Enfoques/ddhh_ninos_tc.htm

https://www.unicef.org/cuba/adolescence.html

Estimación mundial sobre el trabajo infantil: Resultados y tendencias, 2012-2016 , Ginebra, septiembre de 2017.

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