Es frecuente que los niños jueguen a ser maestros a ejercer la profesión de sus progenitores o sencillamente a realizar el rol de padres tal y como lo han visto hacer de modo que nos vemos reflejados en las conductas de nuestros hijos.
No me sorprende entonces ver ingenieros, médicos, secretarios, periodistas y obreros en miniatura que recrean una vida futura a través del juego de roles, actividad que se desarrolla en todos los círculos infantiles de San José de las Lajas.
Esta experiencia permite que los infantes interactúen con sus semejantes además de que los prepara para la vida motivándolos a interesarse por una u otra profesión de provecho personal y de utilidad para la sociedad.
Esta práctica más allá de los primeros años de vida, se extiende a los círculos de interés de diversas especialidades y a los turnos de Formación Vocacional que se imparten en la enseñanza Secundaria Básica en los que los adolescentes tienen la posibilidad de conocer y motivarse por diferentes carreras.
De los correctos ejemplos que hoy los adultos seamos capaces de mostrar a niños y adolescentes dependerá la proyección de los hombres del futuro, ellos no heredan comportamientos, sino que los imitan y su educación no espera.