De este modo se le puede ver con frecuencia en el “Departamento de Cultura Física” de la Universidad Agraria de La Habana intercambiando con los expertos sobre procedimientos factibles al correcto funcionamiento del cerebro en personas de la tercera edad.
De ese modo rememora los viejos tiempos, cuando en el hospital general docente “Leopoldito Martínez” lucía su cofia y sus guantes de enfermera y congeniaba con los galenos sobre los métodos indicados para sanar a los pacientes internos.
La veterana aún ágil y diestra ha sabido conquistar el aprecio y simpatía de los graduados en materia de deportes, es por ello que gustosamente le facilitan a la octogenaria plegables con ejercicios corporales seriados, entrenamientos de Taichí así como tableros para practicar “Ajedrez”, “Dama china” y “Parchís”, además de pelotas, aros y raquetas entre otros implementos deportivos Cuentan los muchachos del barrio que bien la quieren que Ana es como la abuela de todos y que su sonrisa y su voz inconfundible es una pócima mágica capaz de curar cualquier dolencia.
Yo que me considero su amiga me atrevería a definirla como una mujer sabia. .