La visita al dentista siempre suele poner a las personas como se dice en buen cubano con los pelos de punta, sin embargo cuando las personas reciben en su hogar ciertas visitas enviadas por el centro asistencial nadie recuerda el temido sillón y sus consecuencias.
Así sucedió esta semana cuando Lisandra Moreno, una joven estudiante de quinto año, adjunta a la clínica estomatológica Fabricio Ojeda de San José de las Lajas llegó hasta el barrio La Furnia como parte de su práctica de la carrera que tiene incorporadas a su entrenamiento las visitas en el terreno a las familias de diferentes áreas.
Lisandra llegó a la avenida 45 entre 86 y 88 y con toda amabilidad y destreza fue pasando casa por casa y haciendo las preguntas de rigor para sus objetivos, pero siempre con entera disposición a responder también las preguntas de sus interlocutores y haciéndose sentir como una más de la familia entrevistada.
Ella realiza un procedimiento muy sencillo consistente en un breve diálogo para investigar la realidad de cada familia, comenzando por la composición del núcleo y la relación de las edades que habitan cada hogar.
De esta manera pesquisa los posibles problemas de salud bucal y no pierde la oportunidad de dar a los pacientes una pequeña charla de manera muy didáctica y agrega los consejos convenientes para proteger la dentadura y mantener una higiene bucal apropiada.
También la joven estomatóloga ofrece las indicaciones para que los pacientes sepan qué hacer, adónde acudir en caso de dificultad y cómo acceder a los servicios que brindan las clínicas del territorio.
Con tanta amabilidad y trato afable difícilmente alguien recuerde que en el sillón del dental la realidad puede poner un poco de rigidez a la sonrisa, pero de todas formas a Lisandra todos le responden afirmativamente cuando ella les invita a visitar la clínica por una mejor salud bucal.
