El sacerdote y excanciller de Nicaragua Miguel D’Escoto, falleció este jueves a los 84 años luego de una larga enfermedad, informó la vicepresidenta de la República, Rosario Murillo.
Queremos compartir con nuestro pueblo una noticia que podría ser triste, pero tratándose de un hermano que nunca fue triste, que combatió con el pueblo por todas las causas justas, lleno de alegría, de esperanza, de confianza y seguro del futuro mejor que todos queremos y merecemos, tratándose de su personalidad tan singular, tan excepcional, no puede ser una noticia triste, tiene que ser una noticia que nos fortalezca a todos, porque sabemos que nos acompaña en las batallas de hoy y de mañana, dijo Rosario Murillo a Prensa Latina antes de dar lectura a una nota de prensa.
En el texto, el Gobierno expresa su más profunda consternación por la partida del canciller de la dignidad nacional y orden Augusto C. Sandino y Carlos Fonseca Amador.
Luego de un exitoso procedimiento de recuperación de su salud, y de manera inesperada, el padre Miguel se despidió de todos nosotros y pasó a acompañarnos en el cumplimiento de las aspiraciones y los sueños de nuestro pueblo, puntualiza la nota.
Sandinista, militante, intelectual, comunicador, teólogo, figura irrepetible de esta Revolución nuestra, vivió por los humildes, y caminó con los pobres del mundo, subraya.
Un mundo mejor, un mundo de amor, es posible, inaplazable, imprescindible… Ese fue el lema de Miguel, padre, misionero, canciller excepcional, compañero, patriota, nicaragüense, expresa.
También destaca que asumió plenamente hasta sus últimos minutos el compromiso de batallar sin cansancio, sin cobardías, sin dobleces, por ese mundo y esa Nicaragua que desean los nicaragüenses.
El padre D´Escoto, quien nació el 5 de febrero de 1933 en Los Angeles, Estados Unidos, también presidió la Asamblea General de Naciones Unidas entre el 2008 y el 2009 y fue considerado como un amigo entrañable de los pueblos del mundo, especialmente del cubano y su líder histórico, Fidel Castro.
