Durante el presente año el fenómeno de la sequía ha afectado notablemente las producciones agrícolas y el desarrollo ganadero de Cuba, fenómeno en San José de las Lajas, capital de joven provincia Mayabeque, razón por la cual directivos de la agricultura, estudiosos y productores del territorio extreman medidas.
Las consecuencias ocasionadas por la carencia de agua son tratadas por parte del técnico agropecuario quien debe autorizar y poner en práctica dichas medidas para mitigar sus efectos, así como planificar en forma integrada los procesos de diagnóstico, evaluación y control de los riesgos.
La sequía es uno de las anomalías ambientales más difícil de evaluar por su gran complejidad, pues a la vez que depende de las escasas o ausentes precipitaciones, también se relaciona con la capacidad de almacenamiento del suelo y la ocurrencia del fenómeno en relación con el ciclo vegetativo anual– así los confirman los expertos del Centro Nacional de Sanidad Agropecuaria, CENSA, quienes desarrollan un profundo estudio sobre la agravante con el fin de prescribir con exactitud el diagnóstico del terreno con vistas a la cosecha.
Los investigadores del Instituto Nacional de Ciencias Agrícolas,INCA, aseguran que otro factor que puede favorecer ante esta limitante, es la modificación de la cubierta vegetal y de las condiciones del suelo producidas por esos cambios en la circulación atmosférica que consiguen constituir un proceso de realimentación de la tierra.
Añaden además que la sequía “en términos generales puede ser considerada como la insuficiente disponibilidad de agua en una región, por un período prolongado para satisfacer las necesidades de los elementos bióticos locales.
Estas necesidades dependen de la distribución de las poblaciones de plantas, animales y seres humanos, de su modo de vida y del uso adecuado del terreno.
