La Medicina Latinoamericana celebra su día este tres de diciembre. Hombres y mujeres de batas blancas, son responsables en Cuba, de las proezas en la atención de salud a nuestro pueblo.
En San José de las Lajas como en otras regiones cubanas, este es tiempo de homenajes para los protagonistas de los altos indicadores en la esperanza de vida, de la garantía de calidad de existencia que se basa en una atención de salud a la altura de los más desarrollados países del mundo, que se sustenta sobre sólidas bases de humanismo y amor a los demás.
Ellos son los protagonistas de hermosas páginas de heroísmo en otras tierras del mundo, son los que apegados al libro, la computadora o desde la investigación constante, asumen la misión de siempre salvar vidas, de entregarse desde la sonrisa y el amor, de darse en el afán de sanar y llevar el alivio y la comprensión hasta sus pacientes.
Para ellos que suelen vestirse de ángeles para enfrentar las dolencias humanas, para quienes hoy llevan la luz de una América distinta en las naciones hermanas, para esos que aquí custodian la buena salud de nuestra gente, se hace también esta fiesta; no hay premio mejor a su obra que ese abrazo agradecido de un país que les sabe entre sus hijos imprescindibles.
