Desde el pasado 13 de agosto comenzó en Cuba la consulta popular sobre el proyecto de constitución de la república, sin lugar a dudas, será nuestra Constitución una de las más avanzadas del mundo, manifiesta con exclusividad y sin ningún precedente, este ejercicio que cuenta con el pueblo, he ahí una muestra fehaciente de la madurez de nuestra democracia.
Es válido tener en cuenta que la Ley de leyes es una norma que establece principios y valores esenciales y mínimos, por lo que no puede abarcar y expresar en detalle todos los ámbitos de la vida política, económica y social.
El nuevo texto ampliamente debatido en el Parlamento Cubano preserva los principios humanistas de nuestro socialismo, ratificael carácter socialista del sistema político en Cuba y el papel rector del Partido Comunista.
Durante el proceso de consulta cada quien puede discutir y presentar propuestas sobre los más de 200 artículos del Proyecto, que también amplía los derechos humanos y eleva al rango constitucional principios como la condena al terrorismo y la promoción del multilateralismo.
Para Cuba constituye una experiencia;la reforma total de la ley de leyes vigente desde 1976 da la posibilidad a varias generaciones de cubanos de participar en un ejercicio ampliamente democrático, de ahí la necesidad de considerar que cada quien es parte de este proceso y por tanto es primordial la responsabilidad que debe asumirse.
Se trata de un suceso iniciado en fecha histórica, que constituye la voz del pueblo con toda la autoridad para aportar al proyecto, para enriquecerlo. En cada debate se afianza la unidad y se fortalece a su vez el amor por Cuba.
La Ley fundamental de la República trazará las principales líneas políticas, económicas y sociales del futuro inmediato de la nación y contribuirá a vigorizar la legalidad y el control.
En manos del pueblo cubano está su Constitución y se percibe el sentido de pertenencia, la preocupación y el interés por este acontecimiento que también se inscribe ya en la historia.Saldremos fortalecidos, es verdad, pero creo que en lo adelante, todos tomaremos en cuenta este momento para asumir con juicio el conocimiento de nuestra carta magna, sin dudas también parte de nuestra identidad y de nuestra cultura.
