El juego competitivo de la pelota, la competencia de la soga y otras atracciones mantuvieron en alto la energía de los infantes, que se disputaron cada punto con la estimulación de la profesora, los padres y otros espectadores que no podían evitar seguir el curso competitivo de la despedida del verano lajero.
Al finalizar no faltaron los gestos de satisfacción y agradecimiento por tantos días de actividades culturales y deportivas para niños y adultos, buscando la satisfacción de cada uno con la variedad y los escenarios, sin olvidar a los lugares apartados que también recibieron su cuota de atención.
No faltaron las fotos del fin del verano y la esperanza de que vuelvan a encontrase niños y promotores culturales y deportivos en otros días similares para volver como ahora a Disfrutar Cuba.