La comisión de investigación del accidente de aviación del vuelo DMJ 0972 declaró en nota informativa que un proceso de esta magnitud requiere del análisis de múltiples factores y aún no ha concluido.
«Por tal motivo cualquier afirmación sobre las posibles causas que provocaron el fatal accidente es prematura, la comisión continúa su trabajo de acuerdo con el programa establecido y una vez concluya el análisis de las evidencias se informarán los resultados», explica.
La respuesta de la comisión se debe a un comunicado emitido recientemente por la aerolínea mexicana Global Air, propietaria del avión Boeing 737-200 siniestrado en La Habana el pasado 18 de mayo, donde refería una supuesta causa del accidente, aun cuando la comisión investigadora no se había pronunciado al respecto.
En la nota de la aerolínea se dice que «los registradores de voz y vuelo (cajas negras) fueron inspeccionados y los datos extraídos exitosamente por los investigadores»; y que después de haber obtenido los datos de las cajas negras se llevó a cabo la reconstrucción del vuelo en un simulador para reproducir las maniobras de la tripulación.
«Los mismos revelaron que la tripulación despegó la aeronave con un ángulo de ascenso muy pronunciado, creando una falta de sustentación que trajo como consecuencia el desplome de la aeronave», se lee.
En la nota, la aerolínea manifiesta inconformidad con la suspensión de sus actividades por la Dirección General de Aeronáutica Civil de México; quizá la motivación de esta declaración apresurada y unilateral.
Como han explicado antes a la prensa funcionarios del Instituto de la Aeronáutica Civil de Cuba, para determinar los factores contribuyentes al siniestro, así como recomendar medidas de seguridad operacional apropiadas, dirigidas a evitar los peligros o eliminar deficiencias para prevenir la ocurrencia de otros accidentes e incidentes de aviación, no basta solo con los trabajos de recuperación de datos de las cajas negras; se precisan otras pruebas, entre ellas el estudio de partes de la aeronave.
